lunes, 14 de marzo de 2011

Vence barreras físicas en una ciudad poco amigable

Por lo menos pasan diez personas antes del que dice sí. Aunque María les pide casi rogándoles que le ayuden a bajar las escaleras del Metro, muchos se lo niegan, más los hombres. Pretextos, varios: “estoy lastimado”, “no puedo cargar”, “me voy a ensuciar”, “llevo prisa”, “no tengo tiempo”, “no sé cómo”. El asunto es que muchas veces pasa hasta media hora recibiendo respuestas negativas antes de que dos hombres o cuatro mujeres tomen su silla ruedas y suplan a la rampa que debería estar en los accesos al Metro. 
Más... http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/105480.html

1 comentario:

  1. La verdad es que muchos pasan de ayudar pero como decía mi abuela "para todos hay", que no tenga la mala suerte de en un futuro le pase a ellos.

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