Por lo menos pasan diez personas antes del que dice sí. Aunque María les pide casi rogándoles que le ayuden a bajar las escaleras del Metro, muchos se lo niegan, más los hombres. Pretextos, varios: “estoy lastimado”, “no puedo cargar”, “me voy a ensuciar”, “llevo prisa”, “no tengo tiempo”, “no sé cómo”. El asunto es que muchas veces pasa hasta media hora recibiendo respuestas negativas antes de que dos hombres o cuatro mujeres tomen su silla ruedas y suplan a la rampa que debería estar en los accesos al Metro.
Más... http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/105480.html
La verdad es que muchos pasan de ayudar pero como decía mi abuela "para todos hay", que no tenga la mala suerte de en un futuro le pase a ellos.
ResponderEliminar